Los proyectos de éxito comienzan con una reunión. Establecer desde el principio el tono correcto puede hacer de tu proyecto un éxito o un fracaso. Sigue nuestra checklist para gestionar proyectos en 10 pasos y fija las bases para un proyecto de éxito.
Un buen plan de proyecto le facilita las cosas a cualquier gestor de proyectos: desde evitar requerimientos imprevistos, sobrecostes y el incumplimiento de objetivos hasta minimizar el estrés y la frustración del equipo. En este caso, realmente vale más prevenir que curar. ¿Pero cómo se consigue exactamente un buen plan de proyecto? Incluye estos 10 ingredientes
Al liderar una empresa que ofrece software de gestión de proyectos, he tenido la ocasión de escuchar muchas historias de guerra de clientes, inversores y mentores sobre proyectos. Por eso, he pensado que sería una estupenda oportunidad para compartirlas con vosotros con la esperanza de que os ayude a mejorar vuestras propias habilidades de gestión.
Una planificación inadecuada puede arruinar tu proyecto incluso antes de empezar a trabajar. El cambio de expectativas, el recorte de presupuestos y los frustrantes malentendidos pueden descarrillar incluso el proyecto más sencillo y estresar a todos los que participan en él. Un plan de proyecto minucioso puede prevenir el síndrome del lavadero, presupuestos exagerados y objetivos
El comienzo del año es el momento en el que los planes y objetivos del equipo empiezan a tomar forma. Es un buen momento para mirar atrás y evaluar si los objetivos del año anterior se han cumplido y, por supuesto, hablar de los KPI y los OKR.
Ha llegado ese momento del año: estás terminando un exitoso 2017 y reflexionas sobre todo lo que has conseguido en los últimos doce meses. Pero no solo hay que mirar hacia atrás, también tienes que mirar hacia adelante. ¿Qué quieres conseguir el año que viene y cuál es la mejor forma de hacerlo? Muchas de
Una de las principales dificultades que plantean los KPI es alinearlos con los objetivos empresariales. La mayoría de las empresas optan por definir los KPI con la única intención de medir algo, pero luego fallan a la hora de crear un plan estratégico para cumplir dichos KPI.
Cada proyecto es único en sus objetivos, además de en sus desafíos. Por esa razón, a fin de mejorar el modo de gestionar los proyectos, los dividimos en fases. Ello facilita a los equipos la evaluación y, en caso necesario, la rectificación del programa trazado a partir del alcance de un proyecto (teniendo a veces