Mi amigo Robert, que es una persona de éxito, siempre habla de un estudio que leyó en el que se vincula la felicidad a los objetivos. La conclusión principal que extrajo de este artículo es que las personas son más felices cuando trabajan para conseguir sus objetivos, más incluso que cuando los logran. Parece ser verdad, pero hay un aspecto que su discurso motivador habitual nunca cubre: La magia se produce realmente cuando te tomas tu tiempo para anotar los objetivos, cuando la productividad y la felicidad chocan. Aquí se explica cómo la anotación de los objetivos incrementa la productividad en el trabajo y en tu vida personal.

Qué debes saber sobre tus objetivos

Harvard Initiative for Learning and Teaching publicó anotar lo que pretendes conseguir junto con los pasos que crees que son necesarios para alcanzar el objetivo.

Cómo categorizar los objetivos para una buena productividad

El paso siguiente es dividir los objetivos en dos categorías:

  • Objetivos de procedimiento: Son las estrategias transversales que te ayudan a conseguir algo, como aprender estrategias de solución de problemas.
  • Objetivos de resultados: Son los objetivos específicos de las tareas, como la creación de siete anuncios o el envío de un mensaje de correo electrónico a un compañero.

La mejor forma de fomentar la eficacia propia y los logros es combinando ambos. Serás más productivo si empiezas con objetivos de procedimiento y, a continuación, centras tu atención en los objetivos de resultados. De esta forma, en lugar de centrarte en un tipo concreto de anotación de objetivos, combina los dos de forma que se muestre un desarrollo. A continuación, se incluye un ejemplo:

  • Investiga las herramientas disponibles para compartir varios archivos a la vez y sopesa los pros y los contras.
  • Selecciona una herramienta para cargar los archivos en el proyecto.

O bien...

  • Busca un curso que trate todos los temas relacionados con el marketing básico en las redes sociales.
  • Suscríbete a un curso de marketing en las redes sociales.

Sé lo más específico que puedas al anotar los objetivos, lo que te ayudará a pasar del procedimiento al resultado.

No anotes objetivos demasiado asequibles

Las investigaciones han demostrado que los retos difíciles fomentan el crecimiento personal. Al realizar el seguimiento del progreso de tus objetivos, lo que realmente quieres es ser capaz de ver el progreso. Si te limitas a anotar las tareas diarias de forma monótona y aburrida, estarás tirando por la ventana toda la motivación y la productividad. Los objetivos que establezcas deben reflejar fielmente las sensaciones que pretendes conseguir. Así pues, define objetivos que sean relativamente exigentes para ti. Estos deben ser realistas a la par que motivadores. Mira los ejemplos del trabajo de otras personas que pueden influir en ti y elige objetivos que te estimulen. Tus objetivos son un reflejo de lo que aspiras a ser y hacer; si son banales, tu vida también lo será.

¿Ya anotas tus objetivos?

Si anotas objetivos claros y concisos, serás más productivo. Incluye los pasos necesarios para llegar a la meta, combina los objetivos de procedimiento y resultado, y mantén unas miras altas para estar motivado. Empieza por implementar estas ideas en tu plan a corto y largo plazo. Si ya has anotado los objetivos, comparte tus impresiones o consejos con nosotros en los comentarios a continuación. ¿Cómo conseguiste convertir esta práctica en un hábito permanente? Eva Creerson es estudiante y trabaja como consultora de productividad en la empresa de redacción Master Papers. Siempre está buscando nuevas formas de optimizar el trabajo.